Es un combustible fiel, sólido y no tóxico. Debido a sus características químicas y su consistencia tiene varias cualidades que lo hacen único.
Disminuye todo tipo de posibilidad de incendio por derrame, ya que es totalmente sólido hasta el final de su combustión y solo se enciende con una llama que toque el producto (es decir, que si una chispa lo toca es imposible químicamente que este reaccione y se encienda). No emana gases tóxicos en ningún momento.
Desde el momento en el que se lo compra (viene en fundas especializadas para conservar los químicos de estos productos) hasta el momento en el que se lo enciende. Perfecto para calentar alimentos en cualquier tipo de escenario. Desde una simple fogata hasta el buffet de un hotel 5 estrellas.